El reciente informe de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas (Ondcp, por sus siglas en inglés) de EEUU, que reveló que la producción potencial de cocaína en Bolivia creció en un 44% en el período 2010-2020, causó preocupación en la Policía Boliviana, cuyo comandante, Jhonny Aguilera anunció ayer más acciones contra esta ilícita actividad, especialmente dirigida a los precursores.
“Hay que considerar que Bolivia está haciendo los esfuerzos necesarios para acabar, primero, con lo que algunas personas consideran que es la materia prima, y ahí no tenemos que hablar solamente de lo que es nuestra sagrada hoja de coca, sino también de los precursores. En muchas circunstancias estos no se encontraban contemplados como sustancias controladas, lo que ha motivado una nueva reforma. Yo creo que a futuro podemos generar un control adecuado a estas sustancias”, afirmó.
De acuerdo con el documento, que contempla los resultados de las estimaciones anuales de Estados Unidos que miden el cultivo de coca y la producción potencial de cocaína para el país, además de Colombia y Perú, “el cultivo de coca en Bolivia totalizó 39.400 hectáreas en 2020, una ligera disminución de alrededor del siete por ciento (7%) desde 2019, pero aún cerca de niveles récord. El potencial de producción de cocaína correspondiente se mantuvo estable en 312 toneladas métricas”.
En 2010 llegaba a 216 toneladas métricas y desde 2009 sobrepasó las 300 hectáreas métricas.
Para Aguilera, otro elemento a tomar en cuenta es el hecho de que Bolivia se ha convertido en los últimos años en el país de tránsito de droga fabricada en otros países, principalmente Perú.
“Lo que sucede es que se ha logrado establecer, por lo menos en los últimos tiempos, que Bolivia se ha constituido en un país de tránsito y, evidentemente, lo que ha ocurrido este año es que existe un rebalse de drogas comercializadas y producidas fuera de nuestras fronteras, que utilizan a nuestro país como un puente”, dijo.
Para el diputado de Comunidad Ciudadana y miembro del Comité de Lucha Contra el Narcotráfico, Saúl Lara, el resultado del informe es “preocupante” porque, en contrasentido con los informes oficiales, revela el crecimiento de las plantaciones y la consecuente potencialidad de producir clorhidrato de cocaína con ello.
Opinó que esta información debería ser comparada con el último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) para confirmar la seriedad de esta tendencia. Sin embargo, dijo que hasta la fecha no les permitieron el acceso al mismo, pese a que lo solicitaron en reiteradas oportunidades.
“Esto es preocupante porque el informe pone en tela de juicio las versiones oficiales del Ministerio de Gobierno y, más preocupante, que no nos manden el informe que se ha solicitado”, insistió.
Página Siete buscó sin éxito contactar al viceministro de Defensa Social, Jaime Mamani, mediante su equipo de comunicación. Informaron que se encontraba de viaje en Santa Cruz.
El informe de la Unodc fue entregado al ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, hace un mes, en un acto realizado en la ciudad de La Paz.
El informe
- Coca El informe muestra además que Colombia y Perú tuvieron incrementos récord en la producción de la hoja de coca. En el primer caso, cercano al 15% en el último año y en el segundo, un crecimiento máximo de 88.200 hectáreas. En el caso de Colombia, los cultivos llegaron a los niveles más altos de la última década.
- Perú En el caso de Perú se reportó una duplicación en menos de cinco años, puesto que en 2016 el país llegaba a 44.000 hectáreas de plantaciones ilícitas. Ahora la cifra es de 88.200 hectáreas. La Ondcp explica que la crisis sanitaria afectó las tareas de erradicación de coca en ese país.
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