Inicio Nacional Revilla y Arias polemizan mientras La Paz se ahoga entre la basura.

Revilla y Arias polemizan mientras La Paz se ahoga entre la basura.

El alcalde acusó a su sucesor de organizar un complot para que no se recoja la basura. Arias lo calificó de “irresponsable” y le pidió una retractación.

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Gentileza Página Siete

El burgomaestre paceño Luis Revilla acusó a su sucesor, Iván Arias, de armar un complot con los trabajadores para paralizar el recojo de basura. La oficina del alcalde electo calificó de “irresponsables” tales declaraciones. La polémica crece  mientras la ciudad se llena de desechos acumulados después de cinco días de paro de los obreros de La Paz Limpia, que exigen a la comuna el pago de cuatro meses adeudados a su compañía.

“Al parecer hay un acuerdo entre los trabajadores con el nuevo alcalde para que se generen estos problemas y se resuelvan cuando tome posesión. Por eso, le pido a la gente mantener los residuos en sus viviendas esta semana más porque está claro que -ante este acuerdo oscuro-  el problema se va a resolver en una semana más cuando exista un nueva autoridad”, dijo  el alcalde saliente de La Paz, Luis Revilla.

La declaración la realizó ayer, cuando se cumplieron cinco días del paro de los trabajadores de La Paz Limpia (LPL). Los obreros exigen a la Alcaldía el pago a su empresa por cuatro meses de servicio, desde diciembre a marzo, que a la fecha asciende a 57 millones de bolivianos.

“Este panorama de caos contribuye al libreto del nuevo alcalde (Iván Arias) de echar la culpa a su antecesor y resolver él todos los problemas”, afirmó Revilla.

El viernes, las autoridades ediles se reunieron con los trabajadores de LPL y les ofrecieron el pago de cinco millones de bolivianos a cambio de que levanten el paro. Esta propuesta fue rechazada por los obreros, quienes afirmaron que ese monto no alcanza “ni para la gasolina” de los camiones. Ellos piden el pago total de la deuda.

Para Revilla, el rechazo al ofrecimiento de un pago parcial “demuestra” que hay una cosa “rarísima”. “No es casual que al día siguiente el nuevo alcalde se haya reunido con ellos y hayan iniciado estas medidas tan drásticas que afectan a la salud de la población”, apuntó.

La oficina del Arias lanzó un comunicado que califica  las declaraciones del burgomaestre como “irresponsables e inaceptables” y  pidió una retractación.

“Revilla, que ha colocado al gobierno municipal en una situación de riesgo financiero, con un déficit previsto para este año que se acerca a los 500 millones de bolivianos (la anterior cifra de 411 millones ha sido recalculada en base a información oficial) y con onerosas deudas con un sinfín de proveedores privados y municipales, pretende rehuir sus responsabilidades acusando al ganador de los comicios de marzo pasado”, dice el comunicado.

“Luis Revilla no puede simplemente dejar que el alcalde electo resuelva los problemas –agrega-. Él será alcalde hasta el último día de su gestión y tiene que asumir esa responsabilidad. Revilla demostró ser un cómodo administrador en tiempos de bonanza, pero no ha sabido enfrentar la crisis que afecta a la economía del gobierno municipal, mostrando más bien incapacidad y desinterés”.

Revilla explicó que los problemas económicos derivan de la reducción de las transferencias del Gobierno nacional hace a las alcaldías de la coparticipación tributaria. También explicó la situación con la baja de recaudación  tributaria. “Si los ciudadanos no pagan los impuestos estamos en problemas”, dijo.

El representante de los trabajadores de LPL, Mauricio Tarqui, informó que ayer se reunieron con las autoridades municipales sin resultados. “El viernes se comprometieron a pagar cinco millones de bolivianos y ayer por la mañana lo bajaron a 1,5 millones. Nos bajaron bastante y es una burla para nosotros”.

Los obreros se replegaron al relleno sanitario de Alpacoma para “que no entre ni una bolsa de basura más”. Advierten con intensificar sus protestas desde hoy,  mientras la basura se  acumula en las calles.

Según un estudio municipal, al día se generan alrededor de 600 toneladas de basura. Hasta ayer se habrían acumulado 3.000 toneladas en plena pandemia.

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