Cuando faltan 52 días para las elecciones generales (menos de dos meses), el Movimiento Al Socialismo (MAS) aprueba leyes con premura y en combos, las que en su mayoría son inaplicables y cuestionadas porque -de acuerdo con juristas- están reñidas con la Constitución Política del Estado.
Sólo ayer, la presidenta de la Cámara de Senadores Eva Copa promulgó tres leyes: la de reducción excepcional de alquileres, la de donación de plasma y la de atención gratuita en clínicas privadas a pacientes con coronavirus, las que fueron sancionadas en meses pasados por el Órgano Legislativo.
Estas normas fueron promulgadas en un momento en que el MAS pasa sus horas más críticas marcadas por dos hechos: el bloqueo de carreteras que impidió el paso de oxígeno a los centros médicos para pacientes de Covid-19, y el escándalo en el que se encuentra su jefe de campaña Evo Morales, envuelto en acusaciones de pedofilia.
“Creo que el MAS quiere impactar a través de esta suerte de lluvia de leyes para revertir la imagen negativa que ha causado el bloqueo de carreteras. Quieren neutralizar el efecto negativo, por supuesto, que han causado las denuncias de abuso sexual de Evo Morales”, afirma la analista política Érika Brockmann.
“Están extralimitándose de manera grosera en el mandato que tienen como Legislativo de transición. No pueden estar generando leyes que comprometen la estabilidad del Estado”, agrega.
Además, el MAS apura estas normas cuando faltan menos de dos meses para las elecciones generales del 18 de octubre.
“Todo es electoralista, no hay nada de lo que están haciendo que no sea electoral. Bajo esa lógica, es parte de la estrategia electoral, para ganar votos, aprobar en tiempo récord leyes y así neutralizar el mal momento que están pasando y e impactar en el electorado”, afirma Brockmann.
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