Desde el jueves 1 de octubre, las instituciones bancarias ya no permiten el cobro de la Renta Dignidad y otros beneficios de personas de la tercera edad por familiares o apoderados, esto debido a que el plazo de las medidas de la emergencia sanitaria terminó el 30 de septiembre y ahora estas personas deben realizar sus trámites de manera presencial.
Gran parte de los beneficiarios se enteraron de la disposición desde este lunes, cuando familiares de personas de la tercera edad se acercaron a los bancos con las cartas firmadas de permiso para el cobro y no fueron aceptadas por los cajeros, quienes pidieron la presencia del beneficiario, por tratarse de un «trámite personal».
El Decreto Supremo 4200 de marzo de este año, en su disposición transitoria primera, permitía que “los pagos habilitados y autorizados en la base de datos de la Renta Dignidad y los jubilados podrán de manera excepcional ser cobrados en las entidades financieras autorizadas por la ASFI por un familiar del beneficiario”.
Este beneficio fue extendido durante la vigencia de las medidas de confinamiento en el país, incluso con el posconfinamiento aplicado por el Gobierno desde el pasado 1 de septiembre, con vigencia hasta fin de ese mes.
El Decreto Supremo 4314, del 27 de agosto en su articulo tercero decía: “(Vigencia de las medidas de la fase de posconfinamiento) Las medidas de la fase de posconfinamiento con vigilancia comunitaria activa de casos de coronavirus (Covid-19) tendrán vigencia desde el 1 hasta el 30 de septiembre de 2020”.
Es por esta razón que al no extenderse estas medidas para octubre, las entidades financieras no reciben las cartas firmadas por los beneficiarios para que sus familiares puedan cobrar.
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